Enseñanza de un hombre sabio
El
"Ego" y la literatura
Arturo
era un veterano maestro espiritual; vivía retirado en una pequeña
granja de la cual manaba leche y miel como decían los profetas; al
referirse a los productos obtenidos de aquella fértil tierra de
Palestina.
Cada
tanto era visitado por alguna persona, que muchas veces viajaba
largas distancias para poder dialogar con el maestro; generalmente
con alguna duda o dificultad que no sabia discernir con sabiduría.
Un
día fue visitado por un escriba; en esa época las pocas personas
que tenían el conocimiento de la escritura, eran muy importantes y
disfrutaban de cargos públicos en las distintas formas de Gobierno o
Reinado.
No
obstante esta situación, el escriba Josef llego al encuentro del
sabio con un semblante de preocupación y algo de angustia.
¡¡¡Que
ocurre Josef!!!
.
Expreso el anciano -Maestro
estoy preocupado, mi tarea es relatar historias- -y yo no logro
inspirarme últimamente-
-Eso
es fácil de superar dijo el anciano-Vete y olvídate de tu deseo
y retorna cuando tu semblante sea más alegre-
Pocos
días después regreso nuevamente y dijo -Maestro-
Yo no puedo inspirarme-
-Márchate
a tu tierra tranquilo tu dificultad esta resuelta manifestó Arturo;
pero antes de partir deja aquí tu ansiedad.
Salió
el discípulo y al olvidarse de su deseo, simplemente comenzó a
escribir...